Tu cuerpo es el cementerio
de todas los pasados
Resurge tu nombre desde el centro de las pasiones
más ardientes
¿será la muerte que acaricia a la rosa?
La vida te arrojó
con la violencia de las tormentas
del azar
al sueño
y vos, no sabías despertar:
por allí paseaba el mendigo
cual niebla en la noche, llorando, gimiendo la desgracia
tanto costaba tender la mano escéptica hacia el amor
corrupto, te vendiste
Llorabas...
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