Desde el
infierno ascendió una cabeza
entre la
sangre de las entrañas
se
multiplicó.
Océano
metafísico,
la
corriente
nos transcurre,
nos devuelve un poco más limpios.
nos transcurre,
nos devuelve un poco más limpios.
No existe
el pecado,
tan sólo
las pupilas ardientesansiosas de un origen perdido.