sábado, 22 de junio de 2013

Lo interesante de conocer gente nueva, no es la gente. Es la construcción lingüística, los códigos. Desligarse de lo conocido, todas esas estructuras que ya arrastramos de forma viciada, autómata y descubrir que todavía quedan planos por entender, por explorar. Nos construimos nuevamente con el otro, nos encontramos estupefactos al entender que las mismas palabras que veníamos usando no tienen valor (o al menos tienen otro). Entonces, creamos otro mundo: la verdad a la que tanto alegábamos con las viejas palabras ya no existe. El mundo se expande y no nos encontramos tan cansados, tan des-inspirados. Luego la nostalgia. Sabemos que las palabras son un juego de doble filo, admiramos su poder pero entendemos que nos exceden. El miedo a lo desconocido, que ahora comprendemos demasiado amplio. Ansíamos volver a lo seguro;  El éxtasis: re-descubrir ese viejo código que se había declarado condenado, volver hacia él como el dulce retorno del niño perdido. 
Es que sólo somos palabras...

jueves, 20 de junio de 2013

Tal vez no haya mayor fantasía, tan solo verse en el ojo el reflejo espejo. Puede ser que no haya mayor secreto que ese, cuerpos desnudos. Pero nos tapamos. La fuerza de lo que somos se esconde, se escapa. Tantos juegos que armamos, las pasiones están prisioneras del interés producto forzado. 
Hemos construido casas para resguardarnos de lo que nos lastima hasta el punto de creernos esa mentira de que nosotros no somos el cielo. Ese aire que pasa, la serpiente que pisamos, eso somos. Pero ahora nada sabemos.
Ni hablar de la oscuridad,
del sueño.
me encantaría que todo fuese sueño, que todo fuese fantasía y que se vaya con un suspiro: sin consecuencia. Esta dicotomía vida-muerte es insoportable.
Ni hablar del tiempo
¿Qué somos sino sucesiones de instantes?
¿Qué seré yo entonces? Todas esas que nunca fui.
¿Por qué nos ha de costar tanto vivir en nosotros?
Ya ni siquiera puedo planear
¿Debería hacerlo? ¿Debería ser yo? ¿Eso me quitaría esta incertidumbre?
La felicidad que tanto busco ¿la podré alcanzar yo-yo? ¿o será siempre a través de yo-otra?
¿Sería más intensa la felicidad de mi yo-yo o sería lo mismo que la de mi yo-otra?

miércoles, 19 de junio de 2013

Lecturas adultas

"Lunes, 16

Comienza a devenir adulta en mi relación con la literatura.  Ser adulta quiere decir preferir Ulises al Retrato del artista adolescente, quiere decir considerar en una ficción su inventiva, su desarrollo, su lenguaje; quiere decir no amar o admirar solamente por identificación o catarsis.
¿Y Henry Miller? Ni él es adulto ni sus lectores fervorosos. Suelo pensar que la literatura adulta es la de Borges, par exemple."

Extracto del Diario de Alejandra Pizarnik. Lunes 16, 1961.

sábado, 8 de junio de 2013

Minotauro

Es el momento. La lucha por la fusión. La lucha por la carne. Es el momento en el cual los mundos se fusionan y se encarnan. Los dos lados paralelos dejan de ser lados, dejan de ser paralelos. Ahora, aquí, en mi laberinto el espacio es sólo uno. No existe espejo que cuente dos historias, no hay espejo que devuelva otra realidad reflejada.
La violencia del rencor se comprende líquida en sangre, sólo basta una mirada (que no pudo comprender el encierro) Nuevamente, sólo uno, no hay un adentro y un afuera. Es decir, el mal que me ha encerrado es el motivo de mis actos.
Sin embargo este momento, es sólo un momento. Y como es un momento, no es eterno. La lucha por la fusión, la lucha por la carne no puede durar más que un momento porque la fusión de la carne es en un plano material, pero de éste plano material surge el encuentro metafísico; el encuentro que tanto ansío. El encuentro metafísico sucederá eterno cuando aquel valiente logre eternizar la carne, la fusión (en otras palabras, la muerte).
Yo te sigo esperando, atento, ansioso
¿Quién se atrevería a encontrarse frente al que nunca fue, frente al apartado, frente al olvidado? ¿Quién se atrevería a asesinar sus miedos sin perderse en el laberinto?
Es que tan sólo soy eso: la parte recóndita que nadie se atreve a iluminar, la parte que es apartada del entero, pero, de todas formas, sigue siendo entero (ignorar lo que asfixia no devuelve la respiración).
Espero al que se atreva a encontrar el monstruo que ha creado.
Te espero.

jueves, 6 de junio de 2013

Temer

Es el vacío de la espera lo que me carcome. ¿Por qué tanta espera? El tiempo muerto entre mis ojos.
Eso soy, la parte oculta de la vida que no se puede encontrar porque lastima arde la verdad
Miedo.
El miedo me paraliza
latido y las venas están tan hinchadas, rebalsan vida.
Soy la víctima de esta cabeza
Desearía no tener conciencia de mi finitud.
Me angustia lo que nunca fue y el miedo me prohíbe el futuro.

No espero la vida, a veces creo que estoy tan perdida, tan relegada. Espero algo y lo que más me temo es que espero a la muerte. Es lo único seguro, lo único que hay que esperar. Lo demás se hace, se siente en cada fibra del alma. Alma perdoname, cuerpo perdoname, nadie me enseño a hacer. Todos me enseñaron a temer.

miércoles, 5 de junio de 2013

Pequeño Borges

10 de septiembre de 1909

Madre había salido con Norah a la casa de unas amigas para tomar el té (no había nadie en casa). La soledad de la tarde se vio rápidamente mitigada por un curioso libro. Sus tapas pinceladas y pálidas no eran muy llamativas pero de alguna forma sugerían que el contenido era interesante. Así fue como leí el mito griego del Minotauro.  Hablaba sobre encierro y muerte, ¿serán ambas lo mismo? La risa de los demás niños, los comerciantes que llaman a los gritos, juegos callejeros, alegría ¿Por qué estoy tan triste? Desde afuera entra el aire y los sonidos parecen risas. No entiendo las rejas, para qué están si el único peligro que puede pasar es la vida.

martes, 4 de junio de 2013

Reciclaje

Tu cuerpo es el cementerio
de todas los pasados
Resurge tu nombre desde el centro de las pasiones
más ardientes
¿será la muerte que acaricia a la rosa?
La vida te arrojó
con la violencia de las tormentas
del azar
al sueño
y vos, no sabías despertar:
por allí paseaba el mendigo
 cual niebla en la noche, llorando, gimiendo la desgracia
tanto costaba tender la mano escéptica hacia el amor
corrupto, te vendiste
Llorabas...

sábado, 1 de junio de 2013

Espejos III

Arránquenle la piel, para qué la necesita. Ni siquiera le interesa el abrigo, la conciencia que allí habita. Caminando de espaldas al sol poniente, caminando hacia la oscuridad que recién nace. Toma entre sus manos la piel de la cara, siente la piel de sus manos. La sutil jaula que siempre estuvo. Arránquenle la piel, así no siente las lágrimas. Arránquenle la piel, así se puede fundir con la oscuridad hacia la que camina. Arránquenle la piel, ya que no puede disfrutar la carne. Lo único que la conmueve es el perfume de las hojas, la llave ignorada de las puertas del paraíso.

Un café, dos medialunas.
Arránquenle la piel, por favor.