martes, 21 de agosto de 2012

Pensamientos (2011)


Pensamientos (2011)


Los pensamientos se acumulan entre tu mente y paredes,
Remueven el polvo de un pasado inventado
y matan al verdadero futuro.
Tus ojos se cierran,
Sin ser voluntarios,
 Mueren.

Caen los pensamientos en el medio de la soledad,
Revientan como rayos en tu cabeza
y son tan tentadores que,
 como pobre pecador,
no escapas.

Pero ellos, viven
¡Vivan los pensamientos!
 Irónicamente, eso pensaste.

Cuando ya es demasiado tarde
anidan en tus manos,
tu espíritu los abraza y lanza en llamas al tiempo.
Y repentinamente,
no comprendes la maravilla
que nace junto al sol en el alba,
 Solo piensas.

lunes, 20 de agosto de 2012

Un día en la vida de Maggie

A propósito de un trabajo sobre cuáles aspectos de nuestra vida cambiaron con el paso del tiempo, escribí esto: 



Un día en la vida de Maggie

Hola, me llamo Maggie y les voy a relatar el día de hoy. Me desperté junto a los rayos de sol que traspasan mi ventana. Si, así comenzó mi mañana, rayos de sol sobre mis ojos cuyos párpados se levantan perezosamente. Luego estiré mi cuerpecito y al abrigarme los aromas del desayuno, me dirigí hacia la cocina para desayunar con mi familia. Si, si, soy muy feliz. Mi papá y mis dos hermanos se fueron al trabajo y al colegio respectivamente. Yo me quedé con mi mamita, que no trabaja, está siempre en casa. Mientras ella ordenaba y limpiaba la cocina, los cuartos, los baños y el living yo le hacía compañía, así ni ella ni yo nos sentimos solas. Después comenzaron los preparativos para el almuerzo, mi mamá se puso su vestido floreado y yo mi hebilla con la flor roja gigante (esa que me regalaron para navidad) y fuimos a hacer las compras. Manteca, pan, fideos, coca cola, azúcar, café, toddys y chocolates para mis hermanos y para mi eventualmente. La mañana de hoy era hermosa, brillaba por todas partes. Me encanta la primavera, porque cuando es primavera mi mamá y mis hermanitos, los tres juntos, vamos a la plaza, pero eso más tarde, después del almuerzo. ¿En dónde me había quedado? Ah, si, en el almuerzo. Hoy mi mamá preparó fideos con manteca, que a mi no me gustan, pero por suerte no como eso. Mis hermanos llegaron y se devoraron la comida. El tema del almuerzo: el colegio. Hoy parece que "el pelirrojo" le sacó el celular a mi hermano menor para jugar y no se lo devolvió hasta que terminara la última hora. Mi mamá dijo que iba a hablar con su mamá. Ese "pelirrojo", siempre es tan conflictivo, no me agrada nada cuando viene a casa. ¡Uy, me perdí de vuelta! ¿Por dónde iba? Ah si, ya me acuerdo, sigo; después de comer y lavar los platos fuimos para la plaza (¿Les dije ya que es mi momento favorito del día?) Fuimos caminando hasta ahí con nuestra mami y después en la plaza la perdimos de vista, pero en realidad ella siempre nos estaba mirando. Con mis hermanos corrimos y jugamos a la mancha y cuando ya no podíamos  más del cansancio, nos tiramos sobre el césped verde y rodamos por las pequeñas colinas  que se forman en la plaza. Mi mamá siempre nos tiene que insistir para volver a casa, ninguno de los tres queremos y cuando por fin nos convence, volvemos resignados pero con la alegría del aire puro en nuestras caritas. ¡Papá! ¡Papi, volviste del trabajo! Los tres corrimos a saludarlo, que casi siempre ya está en casa cuando nosotros volvemos de la plaza. Mi papá y mamá tomaban mate en la cocina, mis hermanos hacían su tarea en el living, yo iba y venía. ¡Ay cierto, fui a la peluquería! Mi papi me llevó en su auto, sintonizó la radio “Aspen” y me abrió la ventanilla. Amo viajar en el auto, la tranquilidad de la música y la suave tensión del viento sobre mi cara. Cuando llegamos mi papi me despidió con una caricia en la frente, me dijo que me portara bien y que volvía en una hora, al verlo salir solo esperé que no se olvidara de mí. Sandra es maravillosa, me deja el pelo brillante, sedoso y con un aroma exquisito, además es divina, me habla todo el tiempo.  Hoy terminó antes de la hora prevista y me puse a charlar con Antonia en la sala de espera mientras esperaba a mi papi. ¡Por fin vino, nos vamos a casa! En el viaje de vuelta no me abrió la ventanilla porque ya era de noche y podía ser peligroso. Traté de no encapricharme, y de dejarme llevar por la música hasta volver a casa. Mi mami nos abrió la puerta, la cena estaba servida. Comimos y miramos la tele pero yo para esa hora ya estaba muy cansada. Me despedí con una caricia de mi mami, mi papi y mis hermanitos. Mientras caía en el reparador descanso nocturno me puse a pensar en lo afortunada que soy: antes nos tiraban un hueso asqueroso y nos dejaban todo el día en el patio trasero. Qué horror.

domingo, 12 de agosto de 2012

Lolita

 Lolita

Segunda Parte

Capítulo 10



(...) A veces cuando Lolita se disponía fortuitamente a cumplir con sus deberes escolares y chupaba un lápiz y se recostaba de lado, en un sillón, con ambas piernas sobre el brazo, olvidaba todo mi pedagógico comedimiento, así como nuestras riñas, dejaba de lado mi orgullo masculino y me arrastraba, literalmente, de rodillas hasta tu sillón, Lolita. Tú me mirabas con un gris signo de interrogación en tus ojos. «Oh, no, otra vez no» (Incredulidad, exasperación). Pues nunca quisiste creer que yo pudiera sentir el deseo  de hundir mi rostro en tu falda plisada, amor mío, sin segundas intenciones. ¡Qué frágiles eran tus brazos desnudos...! Cómo anhelaba abrazarlos, abrazar tus cuatro límpidos y encantadores miembros, abrazarte igual que si hubieras sido un potrillo acurrucado, y tomar tu cabeza entre mis manos indignas y estirar hacia atrás la piel de tus sienes y besar tus ojos achinados y... «Déjame en paz, por favor», exclamabas. «Por el amor de Dios, déjame en paz». Y yo me levantaba del suelo, mientras tú me mirabas crispando el rostro en una imitación deliberada de mi tic nerveux. Pero no importa, no importa, soy un animal, no importa, sigamos con mi miserable historia.

(Autor: Vladimir Nabokov)


sábado, 11 de agosto de 2012


Vidas eternas (año 2011)

Me abren como a un libro,
con muchos prejuicios y personajes escandalosos,
los puedo sentir como ciempiés en mis mejillas.
                                          Esas nauseabundas almas,
                                          aullando desaforadamente en mis  venas.
Una manzana gira
alrededor de mi muñeca,
trata de amarrarla.
                                               Perdida nuevamente en el absurdo…
                                               No, jamás me hundí al azar
                                               en su sinapsis brillante.


Como el limbo, tormentoso explicar…
pero sí siento arrastrarme cual trapo sucio,
que está trepando por el árbol genealógico.
                                                                                 Son suaves deslices ardiendo,
                                                                                 quemando entre mis muslos.

Mi héroe (año 2010)



Aprisionaré tu alma
en astros fundados en engaño,
soportando el pesar del tiempo

Sofocaré
la llama de la existencia,
lentamente muriendo entre el olvido
y el futuro hambriento de pasión.


Perderé cada rasguño
en el vacío de tu mirada,
humillada por la identidad.


Desolaré
el arte de la memoria,
estremeciendo cada suspiro
si la intención de recordar
invadiera el absurdo.




No me permitas respirar


Dinastía (año 2009)


Estrellas coronadas en su voz
como latidos de marfil.
Real obsesión secada en lágrimas,
mi camino crucificado
en su muda religión.
La noche a sus labios
con asesinas uñas y dulces rasguños.
Tiempo impaciente
en la marca del olvido.

Eterno secreto que apasiona mis dilemas,
que recorta mis piernas
en sus finas sombras.
Arrastra su noble miseria
en mi abismo de fragilidad.
 Lentamente enreda mis ojos en cristales traicioneros
y  mienten mis rasgos
cuando rosas bailan
en una inspiración de suaves torturas.

Yo advierto la plácida euforia,
y someto mis delirios
en su ahogado sueño.
Traduzco el aire
en mi sinfonía de pensamientos.
Luego imito sus traumados elogios
como agonía de satisfacción.
Trato de escapar
en corrientes celestiales de depredación.
Sin embargo solo seduzco el intento.


Paredes (año 2008)
Paredes con olor a destierro,
mi mente busca respuestas a la agonía
que azota mi ser rodeado por esfinges traicionadas.
Me vigilan como astros de mi locura,
mis manos acarician la salida,
y el silencio me controla.
Las escaleras temen y actúan contra el tiempo,
las puertas gimen furiosas
y aquellos cristales se impregnan en mi piel
como deseos de libertad.
Las cortinas susurran mis uñas antagónicas
que rasgan los gritos de esa intimidad.
Intento tocar el árbol
pero mi pelo derramó sangre
sobre el fuego que quemó mis pensamientos.
Sigo entre cuatro paredes
que desafían con su indescifrable luz.
El cielo me llama
pero mi conciencia no me deja ir.