miércoles, 17 de diciembre de 2014

Clandestinidad

Despertar sin tiempo,
sin horarios,
sin alarma el sueño se prolongó
                                                   ¿demasiado?
No hay parámetros,
el café recién hecho
ya quemado,
los ojos embotados,
no sabías si escuchar a Spinetta
o leer la novela que la agenda postergó.

No habían más excusas,
el tiempo propio
estaba signado
con insatisfacción en el calendario.

¡Pasiones!
El recuerdo de aquella vez...
el amor y el odio
copulaban en el alma,
y tus lágrimas eran el fruto de su relación clandestina.
¡Pasiones!
¿Han sido mutiladas
o ustedes también necesitan un descanso?

Más azúcar por favor,
es una noche muy fuerte
y un café muy amargo.