miércoles, 9 de septiembre de 2015

Diosa lunar

Desafiante
seducía al deseo,
se consumaba en el fuego,
huía con el viento.
La misma cárcel nocturna
a la luna aprisiona,
roca de almas,
diosa de insomnios
y de amores frustrados.
Una lágrima fugaz
acariciaba a la flor recién amanecida.
Los sueños tan sólo son una advertencia.

domingo, 6 de septiembre de 2015

La tumba es de palabras

Cuando no quisimos hablar
fue porque entendimos,
que no sólo en las palabras
se gesta resistencia.
El silencio del alma,
es la tumba para las personas
que puro oídos son.

sábado, 15 de agosto de 2015

El alma del hombre

"Había aún millones y millones de cosas que no se habían revelado a Pierre. La vieja momia está enterrada bajo múltiples vendas; hace falta tiempo para desenvolver a este rey egipcio. Debido a que Pierre comenzaba a atravesar con la mirada la primera capa superficial del mundo, se imaginaba en su locura que había alcanzado la sustancia no estratificada. Pero, por lejos que los geólogos hayan descendido en las profundidades de la tierra, no encontrarán más que estrato sobre estrato, puesto que hasta su eje el mundo no es más que superficies superpuestas. Al precio de un inmenso esfuerzo nos abrimos una vía subterránea en la pirámide, y al precio de andar horriblemente a tientas llegamos al habitáculo central. Con gran regocijo descubrimos el sarcófago, levantamos la tapa y... ¡no hay nadie! El alma del hombre es un vacío inmenso y aterrorizante. " 



Extracto de la novela "Pierre o las ambigüedades", Herman Melville.  
Foto: Josef Koudelka.

lunes, 13 de julio de 2015

Espejo, espejito

La luz entró en la habitación
con sigilo de marea seduciendo la costa.
Se despertó.

El espejo le contestó lo que había soñado:
"tu eres la más bella del reino".
Espejo, espejito:
mis problemas son existenciales.

Vidrio desgarrado yacía en el suelo,
Arrojó una taza contra el espejo. 
Asesinato. 

Al fin y al cabo,
el reflejo de los instintos
es lo único que ve el humano. 


lunes, 6 de julio de 2015

El fuego y lo eterno

Bogotá 1929. Sin embargo, parece no importar. Su tiempo es un retorno constante, sin partida ni llegada. Su residencia no tiene lugar. Él es un constructor de mundos que subyacen en nuestro mundo. ¿Acaso importa lo que nuestros ojos deleitan? Si en los ojos tan sólo vive y se aloja el silencio milenario. No es nuestra visión, no es nuestro cuerpo, no es nuestro tacto el que se incendia al probar el deseo. Es el fuego y lo eterno. Cada uno deberá encontrar la valentía para poder develar ese misterio, el mismo caos que nos angustia, es el que nos permitirá hallar aquello que él nos propone eterno. ¿Qué será? Él jamás revelará la respuesta. La flor de loto necesita paciencia para alcanzar la belleza de la cual se enorgullece. Encontrá esa belleza en el río intenso que se desata y te desafía a vos, marinero ingenuo.

"La criatura es pregunta: la espera,
el vuelo pensativo de alguna hoja que cae
en la visión dorada, dejando más acá de los ojos 
lo imposible y lo arcano; y que no sea
la puerta estrecha que se abre y nos despide,
porque aquí, con la paciencia de la tierra,
está la misión de nuestras horas."
(Fragmento de "Canto III")


Él niega la muerte cual espectro cadavérico . Él niega que en algún momento el tiempo se bifurcara, por un lado, hacia el mundo de las tinieblas, por otro lado, hacia el llanto de un niño ensangrentado que aprende a respirar. Él, Carlos Obregón Borrero, era un poeta suicida.


jueves, 4 de junio de 2015

Una nueva mujer

Últimamente estuve leyendo varios comentarios y varias notas periodísticas que reducen la problemática de violencia de género al sentimiento burgués de la culpa masculina: “¡Perdón mujeres por maltratarlas!” Contar la historia desde el ángulo del hombre que se arrepiente de haberle gritado a una mujer en la calle y que al fin ha comprendido que vivió en una sociedad patriarcal y que la mujer (aunque no lo parecía) también era un ser humano, es encarar el problema desde una perspectiva, por lo pronto, corta. El punto crítico  de la violencia de género no es un programa que muestre tetas, el acoso en la calle, una violación, una muerte, si entendemos tales actos como actos no morales o no éticos per se. El punto crítico está en comprender estos actos como reflejo de una relación de poder respecto a los géneros. Se trata de cómo frenar la violencia hacia la mujer no a través de la detención de los actos violentos, sino a través de la causa de estos. Cuando nos referimos a “la causa” (si es que hubiese una única y contundente, tal como si existiese una verdad llamada Dios), nos encontramos con un gran problema. Estas relaciones de dominación, en la cual la mujer siempre cumplió el rol de dominada (en lo que refiere a la historia occidental), considero que es una de las relaciones de dominación más complejas por todo el tiempo en el cual ha sido arraigada y naturalizada. Claramente la mujer de hoy no es la mujer del siglo pasado, pero su rol o su lugar en relación al hombre, pareciera ser el mismo. Antes se quedaba en la casa, cocinaba, lavaba los trastos y si el hombre le pegaba era porque seguro no dejó la ropa bien doblada. Hoy en día, la mujer sí sale de la casa, se inserta (desigualmente) en el mercado laboral, y el hombre ya no le pega porque dobló mal ropa, sino que la viola o mata porque se puso la ropa no adecuada. Lo quiero decir es que la mujer es un sujeto que viene atravesado por añejas significaciones que sustancialmente no varían, aunque ciertas condiciones hayan mejorado. Son estas significaciones y roles los que hay revertir. Es hora de construir una nueva mujer. No apoyo el eslogan “Ni una menos” porque eso significa frenar la violencia del hombre hacia la mujer, contener los efectos de una relación de opresión y lo que debemos hacer no es solamente frenar y contener, debemos revertir y avanzar;  hay que comprender a los géneros desde una nueva perspectiva, transformar las relaciones vigentes. Tarea nada sencilla. Todas las transformaciones son fruto de conquistas sociales que se manifiestan en todos los planos de la vida social. Por eso me alegra la marcha del 3 de junio del 2015, porque es poner en debate y hacer visible algo que no mucho tiempo atrás era puro silencio. Todos los reclamos que se han escuchado en esa marcha no deben quedar aislados, deben ser canalizados por los distintos grupos sociales y a su vez deben ser institucionalizados. El derecho en su carácter constituyente y emancipador no debe permanecer imparcial: estos reclamos deberán ser llevados a todos los niveles del derecho para que éste pueda operar a través de las leyes, de las sentencias y del conjunto de representaciones que el mismo derecho genera. Este es un trabajo en conjunto entre los sectores de la sociedad, y en especial de todos los operadores del derecho en el ámbito del discurso jurídico. Queremos construir nuevas mujeres. Queremos ser dueñas de nuestro deseo y que éste no gire en torno a la satisfacción del hombre. Hombres, no queremos su perdón, ni su vergüenza. Queremos acostarnos con ustedes de la forma y  todas las veces que queramos sin que eso sea considerado un comportamiento indigno. También queremos acostarnos con mujeres sin que eso nos destierre de nuestra propia feminidad y género. Queremos que no prefieran un hombre a una mujer joven porque la mujer es una potencial madre a los ojos de un empleador. Queremos que la mujer que sea madre, no tenga que perder (o dejar, que vendría a ser lo mismo) su trabajo porque decidió formar una familia y no le alcanza el tiempo para todo. Hombres, ustedes también pueden cambiar pañales. En algunos países del mundo corresponde licencia por paternidad/maternidad a cualquiera de los padres.  Queremos poder decidir abortar sin que el hálito de la muerte aceche. ¿Hace falta aclarar que no queremos ser violadas? Lamentablemente sí. El género de esta nueva mujer, que ha sido parida a la luz de un siglo nuevo, no debe ser nunca más motivo de subordinación.


domingo, 31 de mayo de 2015

Matar al inconsciente

Pienso en todas las caras que dieron vida a mis días; pienso en todos los atardeceres que me arrebataron mis días; pienso en todo lo que fui de mi vida. Es inevitable ese sentimiento de angustia que se disfraza de melancolía. Vidas que no viví pero que me aterran en los sueños. ¿Cómo detener esta gran rueda en la que nos hemos metido? El reloj siempre nos guillotina de la misma forma. No nos queda alternativa, debemos matar al inconsciente. El tiempo tiene un sabor a eterno, pero se degrada en la pérdida de pigmento ocular. Al final, los ojos siempre se apagan. 

viernes, 2 de enero de 2015

Lo que se esconde en un escondite

Acaricié la flor
como si pudiese sentir su perfume.

Horas de sueño,
tiempo en suspenso.

En la caída del árbol
inclinado en el cielo
el fruto,
cual palabra pendiente en el paladar.
Sabor inexacto,
aún inmaduro...

Tal vez las maravillas
sean así de pacientes.