domingo, 11 de agosto de 2013

Advertencia al lector

Se requiere una fuerza espiritual muy grande para poder perderse en la literatura; una fuerza para resistir los lugares sensibles, para limar las asperezas e imaginarse las situaciones poéticas. La lectura simple, es como la vida ahora, posmoderna, inocua, superficial. Si uno no está dispuesto a abandonarse totalmente, mejor no leer. Si uno está abandonado totalmente, cuidado con la lectura, se puede terminar más perdido que hoja en río, que melodía en boliche, que sonrisa en estos tiempos.

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