no sentían,
el calor que comunicaban las manos
a algo que conectaba,
la liquidez del café
nadando en la boca
yacía la taza en una mesa
que era mi mesa.
Tres sobrecitos de azúcar
diluidos en el café
que no nadaba en la boca
pero las papilas gustativas sí podían sentir
en una mesa
que no era mi mesa
sino la de al lado
cuyas manos
no eran mis manos
pero conectaban el calor de la taza
con algo que
estaba
en
algún lado
en
algún tiempo
pero
no
aquí ni ahora
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