sábado, 11 de agosto de 2012


Dinastía (año 2009)


Estrellas coronadas en su voz
como latidos de marfil.
Real obsesión secada en lágrimas,
mi camino crucificado
en su muda religión.
La noche a sus labios
con asesinas uñas y dulces rasguños.
Tiempo impaciente
en la marca del olvido.

Eterno secreto que apasiona mis dilemas,
que recorta mis piernas
en sus finas sombras.
Arrastra su noble miseria
en mi abismo de fragilidad.
 Lentamente enreda mis ojos en cristales traicioneros
y  mienten mis rasgos
cuando rosas bailan
en una inspiración de suaves torturas.

Yo advierto la plácida euforia,
y someto mis delirios
en su ahogado sueño.
Traduzco el aire
en mi sinfonía de pensamientos.
Luego imito sus traumados elogios
como agonía de satisfacción.
Trato de escapar
en corrientes celestiales de depredación.
Sin embargo solo seduzco el intento.

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