domingo, 1 de septiembre de 2013

Te amo tanto
que por vos
me he resignado
a la dialéctica de los días
a la tiranía de las noche.
Me entrego,
ya sin pesar,
a las bifurcaciones del cauce,
ya sin temor,
a la corriente                                          
ya perdida,
las paradojas se multiplican
¡Ay del momento que me decidiste finita!
Cómo se supone que hable
tu idioma
el de los sueños,
teatro microscópico de los astros
si es un problema de códigos
mi sufrimiento,
inventar
un Dios
un credo                          
(ya perdida,
no descarriada )
Entederme o entenderte
¡cómo si fuera tan fácil!
Donde todos
encuentran
felicidad
yo
te encuentro
riendo,
con clara sorna,
del misterio errante
que me estructura
en mil facetas de mi misma
con tu denominador
y un lápiz,
convoca esta desdichada mano
a escribirte,
vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario