miércoles, 3 de julio de 2013

Hombre tardío

El guiño del sol es la caricia deseada la luz de la tarde que se posa
y no se necesitan edificios de santidad, títeres descocidos;
La bendición son los días que tu pupila registra en el paso del viento
el perdón es el amor del mar que, ardiendo en la piel,
devela el secreto que ya ni la muerte se atreve a ocultar
la palma del niño entregada par a par
con el sol embebido de altruismo le canta la canción para que se despierte
y no se descubra hombre tardíamente.

1 comentario:

  1. Unamuno te diría hombre de carne y hueso...

    En la más potente soledad que acompaña el existir nos miramos muy profundo para encontrarnos y reencontrarnos en nuestra mismidad confusa y altiva....

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